No molestar al Monstruo del Espagueti Volador


14 / mar / 2013 - Paula Lax (@Adadepaula). 

Llego a casa tras una larga y dura jornada de trabajo (sí, he dicho trabajo), y mientras trato de desconectar mirando chorradas en el ordenador recostada en el sofá, con la televisión puesta de fondo y el móvil en el regazo, escucho campanas. Me gritan desde la cocina: ¡Fumata blanca! Suena mi whatsapp y me entra un correo electrónico. Hay nuevo papa (que ya se escribe con minúscula, como rey), y la información me ha llegado en estéreo. ¿Qué digo en estéro? ¡En Dolby Surround 25.6! 

Presto, me decido a darle voz a la televisión, y abro Twitter, para ver qué se cuece. No es de extrañar que un timeline como el mío, lleno de periodistas, se llenara de ‘Habemus Papam!’. Supongo que alguno pensó que llegaría a tiempo a dar la exclusiva mundial. Rápido también empiezan a aparecer las bromas y, para no perder las buenas costumbres, los ofendidos por esas bromas. 

Un conocido periodista de este país se preguntaba por qué motivo se hacía votación si el pontífice es elegido directamente por Dios. La respuesta fue inmediata: “ya estáis los rojos de mierda blasfemando”, “respeto a la Iglesia y sus seguidores” o, mi preferida, “con los islamistas no tenéis huevos a meteros”. Divertida, salto de un perfil a otro, y pienso en lo que se le va la vida a la gente en Internet… Y me sorprendo a mí misma, ¿qué demonios pasa conmigo? ¿He perdido la capacidad de indignarme? ¿Por qué cosas que antes me hacían pegar un puñetazo en la mesa, ahora sólo me provocan risa? ¿He madurado? ¡No, por Dios (éste sí sigue siendo con mayúscula), que no sea eso! 

Yo, como ferviente profesora del pastafarismo, o religión del Monstruo del Espagueti Volador, para los que no la conozcáis, también me siento ofendida por el poco respeto que hay hoy en día a mi religión. Y no, no es una religión de coña, aunque lo parezca, es una protesta. 

Ideada por el profeta, y licenciado en Física, Bobby Henderson, el pastafarismo es una autodenominada religión creada a raíz de la decisión del Consejo de Educación del Estado de Kansas de enseñar en las escuelas, en las clases de ciencia, lo que se llamo ‘diseño inteligente’, esto es, creacionismo. Henderson remitió una carta en la que explicaba su infalsable teoría del Monstruo del Espagueti Volador y exigió que también se enseñara en las aulas.


Muy pronto, el pastafarismo empezó a ganar adeptos, y a ella se han sumado agnósticos y ateos de todo el mundo, reconvertidos ahora en pastafaristas, si bien no fue Henderson el primero en plantear esta cuestión. Mucho antes, el filósofo Bertrand Russell ya había ideado su ‘tetera de Russell’, una teoría para recalcar lo ilógico que resulta que corresponda al escéptico desacreditar las afirmaciones de la religión: 

“Si yo sugiriera que entre la Tierra y Marte hay una tetera de porcelana que gira alrededor del Sol en una órbita elíptica, nadie podría refutar mi aseveración, siempre que me cuidara de añadir que la tetera es demasiado pequeña como para ser vista aun por los telescopios más potentes. Pero si yo dijera que, puesto que mi aseveración no puede ser refutada, dudar de ella es de una presuntuosidad intolerable por parte de la razón humana, se pensaría con toda razón que estoy diciendo tonterías.” 
Bertand Russell,1952, ‘Is there a God?’ 

Steve Eley también se sumó hace ya bastante tiempo al carro de los que defienden lo absurdo que resulta tener que falsar algo indemostrable con su famoso unicornio rosa invisible. Según él, los unicornios rosas son criaturas de gran poder porque son rosas e invisibles a la vez. Personalmente, no creo que nadie pueda negar que es toda una hazaña ser rosa e invisible al tiempo: 

“La religión de la Unicornio Rosa Invisible se basa en la lógica tanto como en la fe. Tenemos fe en que los unicornios son rosas; y por la lógica sabemos que son invisibles, ya que no podemos verlos”. 

Espaguetis, unicornios, teteras, o como si se quiere creer en el mismísimo Thor (que debería aparecer como el número 1 de la lista de los dioses más sexys), hay religiones satíricas para todos los gustos y colores que, todo sea dicho, ofenden demasiado a los creyentes de las no-satíricas. Lo siento, hace ya tiempo que os quitaron el cartel de “no molestar”.

2 comentarios:

Sería al único ente al que no le he enviado mi cv. Nice, Pau ;)

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