5 / feb / 2013 - Raúl Masa (@raulmasa).
El periodismo, pese a que muchos quieran mantenerlo intacto en una urna de cristal, está más vivo que nunca, ágil y disperso. La tecnología y las nuevas herramientas de comunicación han influido mucho, por eso charlamos con Manuel Moreno (@TreceBits) para situar el prisma periodístico en los nuevos entornos digitales en su máxima expresión.
La descripción de TreceBits dice "redes sociales y periodismo 2.0", en cuanto a este tema, ¿crees que hay mucha cantidad sobre eso, pero que podría haber más calidad?
Imagino que te refieres a que si se ha escrito mucho sobre la relación entre periodismo y redes sociales… Quizá sí, se escribe, se comenta bastante, y luego no se lleva tanto a la práctica como se debería. Los periodistas tienen en su mano con las redes sociales una herramienta muy valiosa y a la que todavía no se le está sacando todo el partido que se le podría sacar.
Sobre ese aspecto, todo el mundo habla de '2.0', ¿pero en realidad hemos sabido interpretar bien ese '2.0'?
No creo que haya una única manera de interpretarlo. El 2.0 es comunicación, diálogo, bidireccionalidad, participación de la audiencia… todo eso y de la manera que cada uno quiera considerarlo. No creo que haya una definición exacta, sino una manera nueva de hacer un mismo oficio. O mejor dicho, la posibilidad de hacer un oficio como el periodismo pero con más herramientas a nuestro alcance que lo hacen más rico. Sin más.
Hemos pasado ya esa fase, y estamos en una realmente en la que los usuarios han tomado el poder...
Los usuarios tienen mucho poder, cada vez más, pero no tienen “el poder” entendiéndolos como los únicos poderosos. El cuarto poder siempre seguirá siendo el cuarto poder, sólo que ahora habla de tú a tú con su audiencia, mientras que antes la comunicación era únicamente unidireccional.
En cuanto a la propia información, sobre el futuro del periodismo y la comunicación, ¿pesimista u optimista?
Soy optimista porque si no somos optimistas los propios periodistas, esta profesión se nos muere. Necesidad de contar cosas siempre va a haber, el hombre siempre va tener deseos de ser informado, y siempre habrá cosas que unos no quieran que se cuenten y periodistas que se encarguen de darle voz. Otra cosa es si hablamos de la profesión desde el punto de vista empresarial. Las empresas periodísticas sí que están en una difícil coyuntura, buscando un modelo de negocio que haga factible y rentable este oficio. Que lo encuentren o no me hace ser más pesimista, pero no lo soy respecto a la información en sí y a las ganas de comunicar. De una forma u otra, seguiremos haciéndolo.
En lo que respecta al futuro, si la mayoría de los proyectos nacen con muy pocas personas, y son muchos, ¿no habrá un exceso de información difícil de asimilar?
La mayoría de los proyectos periodísticos en la actualidad son pequeñas empresas, pero también suelen abundar los medios muy segmentados, que se dirigen a un público determinado. No cabe duda de todas maneras que si surgen muchos medios de similar corte, habrá un exceso informativo, una atomización que hará que no todos puedan subsistir.
Sobre las redes sociales y su evolución, ¿tienes idea de cómo avanzará en el plazo de 10 o 15 años?
Ojalá lo supiera, porque me pondría a adaptarme a ellas hoy mismo y llevaría unos años de ventaja. Lo que está claro es que no van a desaparecer. Quizá se reinventen o se entiendan de otra manera distinta a como las entendemos hoy día, pero desaparecer no desaparecerán. Tenemos demasiada necesidad de comunicar y de comunicarnos como para dejar de lado una herramienta tan potente como las redes sociales.
Y de lo personal, ¿qué futuro y recorrido ves a TreceBits?
TreceBits es mi propia herramienta para comunicar, para hablar de los temas que más me gustan y, en algunos casos, sobre cómo afectan y se pueden adaptar a mi profesión. Futuro… le veo todo el del mundo mientras siga teniendo esta necesidad de contar cosas a compañeros de profesión, periodistas, community managers, responsables de marketing… Mientras siga recibiendo ese feedback tan positivo por parte de los lectores, y mientras sigan interesando mis textos, imagino que seguiré escribiendo con la misma ilusión que el primer día.