¡Garage o muerte!

discoteta ku benidorm
Discoteca KU (Benidorm)
18 / oct / 2012 - Ana Andújar

La música garage es la hermana menos conocida en el nuevo mainstream del revival guay que muchos están experimentando, donde el rock and roll y el soul copan la mayoría de nuevas ediciones de vinilo. Si eres uno de esos chiquillos que quiere ser el más guay de su clase, y al abrir el Tuenti te has equivocado y has acabado en SHdC, estás de suerte: con esto vas a follar. Puede que no este curso, con la muchachada más pendiente de que Pitbull se escucha de fondo en las mamarracherías de Gandía Shore, pero haznos caso: a las tías nos aburre todo lo normal, y algún día tú serás el plato especial del día. 

Te contamos que la música garage surge a mediados de los años '50 principalmente en Estados Unidos, aunque Reino Unido secunda enseguida esta manera de meter ruido, mucho más sucia que el preciosismo del soul, y quizás menos elitista que el rock: los críos se juntaban en sus garajes (he aquí el bautismo) a tocar instrumentos deslavazados y rotos que producían un sonido cercano al surf de interior y al punk, pero que no tenía su carga ideológica: los garageros sólo querían pasarlo bien, echar unos bailes con los colegas, y quizás tocar algún muslo. 

Tradicionalmente y aunque por supuesto hay grandes excepciones, ha sido y es un estilo masculino, donde ser el más feo y desgraciado era merecedor de medalla. Pioneros fueron The Trashmen y su 'Surfin’ Bird', The Sonics, The Seeds o The Remains. Aunque en los '70 está de bajón por la fama del rock-progresivo-coñazo, el garage vuelve más fuerte todavía en los '80 avalado por la solidez de bandas como The Stooges o The Ramones. Serán The Fleshtones, The Fuzztones, y definitivamente The Cramps los que sentarán cátedra con sus desagradables voces y peores pintas. 

Hoy se hace necesaria una corriente continua de esta música que pide patadas en la cabeza como nuestra sociedad más pantanosa, y discográficas como Munster Records o festivales como el que te presentamos, el “Funtastic Dracula Carnival” de Benidorm, lo hacen posible.  

El pasado puente del 12 de octubre nos fuimos de festival, configurados en un ejército de criaturas draculianas como las que vimos ese día en el paseo de Prado. Para entrenar el cuerpo para tal hercúlea misión, el jueves hicimos boca en uno de los mejores antros del levante español, el bar “La Gramola” de Orihuela (Alicante), que tiene en su historial de shows grandes bandas de rock, punk, garaje o soul que nos ha parido el bosón de higs: Los Explosivos, The Cynics, Josele Santiago, Suzy y los Quatro, The Ripe o The Fleshtones entre otras muchas criaturas de la jungla. En esta ocasión calentamos pantorrillas con The Satelliters, grupo alemán de demoledor punk psicodélico que tuvo que aguantar nuestros esputos vengativos en forma de “¡¡¡fuck Merkel!!!” entre canción y canción. 

No nos habíamos quitado las últimas legañas de resaca primigenia cuando el viernes aparecimos en Benidorm, esa suerte de ciudad de cuento vedette, parte decorado almodovariano, parte complejo Erasmus de viaje triposo, parte Miami Vice de rascacielos de “corchopán”. Sus bares y restaurantes, orientados al público británico de forma tan bochornosamente divertida, su publicidad de megáfono en alemán, sus hordas de jubilados en bañadores de leopardo mostrando un escandaloso deseo sexual o sus pollos asados en las salas de bet&win mientras se disfrutan de amañadas carreras de perros, hacen de Benidorm el lugar perfecto para dejarse morir aplastado por los estímulos de neón o bajo las botas de cualquiera de los groupies que durante el fin de semana más largo de nuestras vidas bailarán al compás de baterías destartaladas en el Funtastic Festival. 

¿El lugar? La discoteca Ku, testigo de la ruta del bakalao del levante en los '90 y perfecta para este menester, con su forma de nave espacial de serie B. Justo lo que necesitábamos. Si bien el jueves 11 ya calentaban motores con Blind Rage & Violence o The Subsonics, el viernes empezaban los platos fuertes: Atomic Suplex nos perforó los tímpanos con sus distorsiones, Shannon & The Claims demostraron que tenían el single perfecto con 'Blood', The Gravedigger V trajeron su peludo directo desde San Diego y con The Gories nos pusimos finos (ejem) cuando melodías más espesas y elaboradas que sustituían por un rato la feria de farfisas y bajos destructores que bien pide la música garage. 

¿Queríamos más? Pues el sábado levantamos las pocas neuronas vivas que nos quedaban para bailar a bandazos con Theee Bat, los grandiosos Phantom Keys, unos terroríficos Giuda con aire de hooligans, la banda-basura de Ulan Bator Trio, y The Go-Nuts, famosos por lanzar en aspiradora la merienda a su audiencia en forma de balas de azúcar, gusanitos y demás marranadas, para poder saltar sin pena sobre una alfombra de porridge espacial. 

Pero quizás la mejor actuación del festival la ofrecieron los españoles The Excitements, con un toque dulce de soul y r&b, pero liderados por la diminuta Koko-Jean Davis que desató la locura con su baile descontrolado y sobre todo, una impresionante voz a la altura de las grandes divas. Aquellos que subyugaron su salud mental e integridad física por un non-stop de la mejor “after monster party” disfrutaron de djs con Jorge Explosión, Go-Gorostiza, David Monoman o Lidl Richard entre otros muchos elementos del infierno. 

El 'Funtastic Festival' promete volver el año que viene, siempre que Benidorm no implosione entre purpurina, pintas de Guiness gigantes y barra americana, y nosotros tenemos un año entero para recuperarnos y afilar los dientes al grito del gran Dr. Maracas: ¡¡Garagismo o muerte!!

3 comentarios:

Creo que confundes un poco los términos del garage.
A los fleshtones, cramps,trashmen o remains no se les considera como bandas de garage.

Ana,buena verborrea pero mal documentada...hasta el año que viene!!

Supongo que os habeis dado cuenta que este no es un blog especializado, ni yo soy Diego RJ, ni Kiko Amat consulta aquí para sus posts...en esta categoría sólo intentamos hacer crónicas cachondas basadas en los vagos recuerdos que me quedan después bailotear muy mal y pasarlo muy bien, así que hacemos lo que podemos. Propusimos esos grupos como garage (aunque algunos se les considere más beat, o psicodélico, o surf) para seducir a los que nunca han olido este musicón. Pero tomo nota, y hasta el año que viene!

Ana A.R.

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