En estos primaverales y timoratos primeros días de marzo se pueden hacer muchas cosas. Por ejemplo, una de las entidades bancarias de moda últimamente puede organizar un ‘Encuentro Financiero Internacional’ y hacer como si no pasara nada en la calle.
Se pueden reunir consejeros, presidentes, políticos, ministros, y mingutas en general, para hablar, charlar y dialogar sobre cómo van a hacer las reformas necesarias para que todo siga exactamente igual. Bueno, en realidad eso no lo dicen tácitamente. Hablan, usan muchos circunloquios, dicen todo el rato que lo hacen por la gente, pero el resultado final es que solo salen beneficiados ellos.
No obstante, y sin caer en chovinismos de carácter ‘indignado’, lo que está claro es que la banca, y todo lo que su sector conlleva, son absolutamente necesarios en el modelo económico que nos hemos otorgado.
Por más que escueza a las denominadas clases medias, no podemos vivir sin bancos. La vida se ha encarecido lo suficiente como para que el ahorro de una persona no pueda ser suficiente para casi nada. Siempre hablando, claro está, de servicios que no sean de primera necesidad. Un coche, una casa, incluso un ordenador, a veces necesita ser financiados, y eso solo lo puede hacer una entidad que se dedique a tales fines.
Ahora bien, ¿cómo coexistimos todos juntos sin tirarnos de los pelos? Por más que duela decirlo, o pueda parecer injusto, los bancos no son casas de la caridad, son negocios. Por lo tanto, tienen unos requerimientos legales que todos debemos acatar. Ahora bien, su ‘cara’ ha sido bastante amplía al pedir “ayuda” al Estado con la excusa de decir que ellos son la “ayuda” a los ciudadanos y empresarios.
Mal asunto. Todos mienten y todos quieren ganar, la ecuación no cuadra. Los salarios fuera de rango, las jubilaciones pintadas de oro… Eso ha matado la credibilidad de bancos y, sobre todo, cajas de ahorro. En estos momentos esa semilla se ha plantado en el imaginario colectivo, y pese a que ellos son parte del problema, no es menos cierto que son parte importante de la solución.
Acabo de utilizar casi 350 palabras y las contradicciones se multiplican. ¿Cómo puede ayudarnos la banca si ésta dice que necesita ayuda?, ¿para qué necesitan ayudas cuando sus directivos cobran millones de euros? Venga, dos contradicciones más.
1 comentarios:
Pues si, muchas contradiciones. Como dices la semilla esta plantada. Los bancos deven desaparecer, o bien, pasar a funcionar de otra forma, no se si banco estatal o banco social, los terminos son indiferentes lo importante es la funcion que realicen y esta debiera ser muy distinta a la de ahora
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