Ernesto Sevilla: "Mi padre vino a Madrid para ver que me pagaban por hacer el idiota"

16 / mar / 2012 - Eneas G. Ferri (@Eneas_Ferri).

Su apariencia seria esconde un cómico de calidad. Decir barbaridades y contar anécdotas aparentemente inverosímiles apenas le hacen cambiar el semblante. No obstante, Ernesto Sevilla ha creado su propio estilo sobre eso y su presencia en el escenario asegura, casi con toda probabilidad, el lleno. Sus monólogos, que mezclan las gentes de pueblo hasta los marcianos, arrastran un gran número de seguidores en las redes sociales. Es difícil saber, en una conversación con él, donde se establece el límite de la broma y la realidad. Quizás esa delgada línea sea su secreto sobre las tablas.

Viajas por España con tu espectáculos de monólogos. ¿Realizarás los clásicos o aportará alguno nuevo?
El espectáculo en su esencia es una recopilación de los mejores monólogos que he realizado. No obstante, siempre se van renovando y hay cosas nuevas. La gente que me ha visto por televisión o en otros escenarios no verá el mismo espectáculo, porque hay cosas nuevas, como un apartado de improvisación.

¿Estos nuevos apartados se encaminan a algún nuevo proyecto?
Ahora, el grupo de 'La Hora Chanante' estamos terminando un nuevo programa, con el que volvemos un poco a los orígenes y que se llamará 'Retorno a Lilifor'. Pero antes, falta por emitir la tercera temporada de 'Museo Coconut' en Neox. Primero emitiremos esta última temporada y después seguiremos con esto que estamos preparando.

Sus monólogos tratan escenas cotidianas que resultan casi inverosímiles. ¿Son todas realidad o le añade un punto de ficción?Pues sucede las dos cosas. Hay escenas que son tal cual me sucedieron y tal cual las vi. A otras les he añadido un punto de exageración para que sean más graciosas. Pero totalmente inventadas no hay ninguna.

¿Y el monólogo sobre los marcianos?
Ese tampoco es inventado. Trato el tema de los marcianos sobre los tópicos que tenemos sobre ellos y los tópicos que realizarían al encontrarse con ellos determinados perfiles de personas. Pero, que yo sepa, no he estado con marcianos.

¿También es verdad la historia que se cuenta, que dice que su padre viajó hasta Madrid para comprobar en primera persona que usted había conseguido trabajo?
Es totalmente verídica. Le dije que había conseguido trabajo, que me pagaban por hacer el idiota y mi padre fue hasta Madrid para comprobarlo. Hay que tener en cuenta que el hombre ya estaba curado de espanto con mis fechorías por la capital. La verdad es que si yo hubiera estado en su lugar, hubiera hecho lo mismo.
Estudió Bellas Artes y trabaja como humorista. ¿Cómo fue el día en que se dio cuenta del extraño camino que ha realizado?No hubo un día en que me mirara en un espejo y pensara «soy humorista». Mientras estudiaba Bellas Artes hacía cortos de comedia, junto a Raúl Cimas y Julián López, y veía que disfrutaba haciendo reír. Después cogí el tren de la Paramount Comedy, como guionista, gustaron los textos, interpreté algunos y vino el resto.

Ha trabajado como guionista, cómico, actor, presentador de televisión… ¿Qué le queda?Pues montar en globo y que me den por culo (risas). Ahora me interesa mucho el cine. Estoy intentando dirigir una película, en este maravilloso momento para la industria donde es facilísimo encontrar financiación. Espero encontrarla para hacer algo así como una película sobre 'La Hora Chanante'.

¿Le han gritado muchas veces por la calle aquello de «¡Gañán!»?
Muchas veces. El grito de «¡Gañán!» y el de «¡Marcial!» también. Ahora ya menos, porque aquello era de los primeros programas. Pero hubo una época en que era a diario.

¿Qué pensaron al ver la moda que crearon cuando saltaron a la fama, donde muchos jóvenes hablaban al estilo manchego?
Nunca tuvimos una sensación de salto a la fama o de boom. Nosotros fuimos trabajando poco a poco y cuando colgó nuestros vídeos en Youtube, empezaron a verse, hasta que un día me reconocieron en el Metro. Pero desde el inicio a esto pasaron dos años. Para nosotros fue despacio, pero es cierto que hubo una época en que se habló mucho de nosotros.

Sus 'Celebrities' retratan a personajes famosos, en algunos casos, con cierta ferocidad. ¿Le ha llamado alguno de los imitados?
Los que se cabrean no llaman. Normalmente, nos han llamado para felicitarnos. A Alaska, por ejemplo, le encantó el suyo. Sin embargo, sabemos por terceras personas que a Sánchez Dragó no le gustó nada. Y Rappel, por su serie 'El jovencito Rappel', amenazó con denunciarnos. Pero la amenaza era que si le pagábamos, no había denuncia. Igual lo que quería era sacar tajada. Al final, ni hubo denuncia ni dinero.

¿No les gusta meterse en política en sus programas y monólogos?No es nuestro humor. No nos interesa la política ni tampoco la actualidad. Hay gente que hace este humor y lo hace muy bien. El nuestro es otro juego. Aunque, ahora con Rajoy, con esa cara de muñeco que tiene, igual encuentro una fuente de inspiración. Todo podría ser, pero creo que esa no es mi guerra.

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