15 / mar / 2012 - Rebeca Arroyo (@rebearroyo).
Introduce en un recipiente un argumento interesante, unos actores creíbles y un guión inteligente. Añade unas gotas de emotividad -ojo, sin exagerar la dosis, no queremos que deje un regusto a sentimentalismo-, un generoso chorro de humor y... ¡Voilá!, ya está listo: el nuevo éxito del cine galo para los paladares más agradecidos.
'Intocable' es una comedia francesa dirigida por Eric Toledano y protagonizada por François Cluzet -en el papel de Philippe- y por Omar Sy -encarnando a Driss-, que destaca por combinar de forma natural y sin alardes dos historia, por definición dramáticas, que, mediante una trama fluida y bien construida, deja patente que los sentimientos sanos y los mejores valores humanos son posibles en una sociedad, a menudo, feroz y despiadada.
Así, el destino junta a un millonario tetrapléjico, viudo y con una hija adolescente y a un joven negro de una barriada francesa, sin futuro ni aspiraciones, en un mismo molde para, tras seleccionar lo más humano de cada personaje, lograr la mejor mezcla posible: una historia tierna que, sin renunciar a las lagrimas de los más sensibles, hace sonreír a los más serios.
Con este escueto resumen, el lector puede hacerse una idea equivocada. La película no pretende profundizar en la compleja naturaleza humana y pasa, solo de puntillas, por las miserias de la vida de los personajes: un entorno marginal con escasas, sino nulas, posibilidades de prosperar, a un extremo del camino, un futuro incompleto en el que la mente, la imaginación, el 'alma' deben suplir la ausencia de un cuerpo sin vida, al otro lado.
Por el contrario, y en este punto precisamente radica la belleza de esta comedia, 'Intocable' renuncia a cualquier alarde melodramático para que el espectador pueda degustar una realidad ineludible: la vida es solo una suma de pequeños momentos y la felicidad radica en saborearlos como si cada uno de ellos fuera el último bocado.
'Intocable' es una comedia francesa dirigida por Eric Toledano y protagonizada por François Cluzet -en el papel de Philippe- y por Omar Sy -encarnando a Driss-, que destaca por combinar de forma natural y sin alardes dos historia, por definición dramáticas, que, mediante una trama fluida y bien construida, deja patente que los sentimientos sanos y los mejores valores humanos son posibles en una sociedad, a menudo, feroz y despiadada.
Así, el destino junta a un millonario tetrapléjico, viudo y con una hija adolescente y a un joven negro de una barriada francesa, sin futuro ni aspiraciones, en un mismo molde para, tras seleccionar lo más humano de cada personaje, lograr la mejor mezcla posible: una historia tierna que, sin renunciar a las lagrimas de los más sensibles, hace sonreír a los más serios.
Con este escueto resumen, el lector puede hacerse una idea equivocada. La película no pretende profundizar en la compleja naturaleza humana y pasa, solo de puntillas, por las miserias de la vida de los personajes: un entorno marginal con escasas, sino nulas, posibilidades de prosperar, a un extremo del camino, un futuro incompleto en el que la mente, la imaginación, el 'alma' deben suplir la ausencia de un cuerpo sin vida, al otro lado.
Por el contrario, y en este punto precisamente radica la belleza de esta comedia, 'Intocable' renuncia a cualquier alarde melodramático para que el espectador pueda degustar una realidad ineludible: la vida es solo una suma de pequeños momentos y la felicidad radica en saborearlos como si cada uno de ellos fuera el último bocado.
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