Tal vez, muchos consideren que las películas de Quentin Tarantino son cada vez menos película y más “Tarantino”, pero lo cierto es que el cineasta estadounidense no deja de sorprender, creando una excelente película tras otra.
Tras el éxito cosechado con ‘Kill Bill’; una de sus grandes obras, y ‘Death Proof’; segunda parte de ‘Grindhouse’, llegó el turno de ‘Malditos Bastardos’, de la cual pasamos revista en este post, una película bélica sin batallas. Una particular versión sobre la II Guerra Mundial, a la que el creador de ‘Pulp Fiction’ dedicó cerca de 10 años de trabajo.
Tarantino nos sitúa en la Francia ocupada por los nazis, en dónde narra dos relatos (divididos en capítulos) relacionados entre sí; teniendo ambos un punto común: la venganza, que una vez más; como ya ocurrió en 'Kill Bill', es la motivación principal de la trama.
Por un lado, la película versa sobre un grupo de soldados judíos, comandados por el teniente Aldo Raine; al que da vida un estupendo Brad Pitt, acompañado entre otros, por el sargento Donnie Donowitz, más conocido entre los nazis por el “Oso Judío”; interpretado por un genial Eli Roth (director de 'Hostel').
Este grupo de militares, con ayuda de una actriz alemana y del gobierno inglés encabezado por el General Ed Fenech; interpretados respectivamente por la guapísima Diane Kruger y por un irreconocible Mike Myers, tienen una única misión u objetivo: matar nazis, sin dejar prisionero alguno.
Por otro lado, la historia se centra en Shosanna; representada por una sensacional Mélanie Laurent, una chica judía que logra escapar de una ejecución por parte de los nazis, aunque contempla como su familia es asesinada bajo las órdenes del coronel Hans Landa; interpretado por un magnífico y soberbio Christopher Waltz. Shosanna consigue huir a París, donde se convierte en la directora de un cine; aunque tiene la esperanza de poder vengar algún día a su familia.
Tarantino, se olvida parcialmente de los libros (llegando, incluso, a fantasear con la Historia), mezclando figuras reales con personajes ficticios, hasta el punto de demostrarnos cómo el Cine puede rescribir la Historia.
Filmada con una calidad abrumadora y narrada de una forma inteligente mediante una gran variedad de idiomas; con un guión impresionante, una fotografía espectacular con planos de bellísima factura y una genial caracterización de los personajes basada en la gran personalidad o fuerte carácter; se nos ofrece una película de acción y divertida por un lado, y macabra y tensa por otro, en donde hasta la excelente banda sonora ejerce su papel fundamental en el film.
Es un film bastante completo, ejerciendo como base la venganza y como pilares la traición y el patriotismo, teniendo como principales armas la violencia y el humor negro, ingredientes todos ellos que Tarantino sabe conjugar en este particular cóctel.
Sin embargo; a pesar de ello, la violencia está dosificada mediante extensos y brillantes diálogos inteligentemente construidos, en dónde predominan las miradas delatadoras y los guiños incitantes, e incluso el silencio en ellos, crea una pausa narrativa que provoca una alta tensión en el espectador.
Para acabar, contrariando lo expresado por el teniente Aldo Raine, posiblemente no sea la obra maestra de Tarantino, pero es de agradecer la filmación de este tipo de películas, pues estamos ante un cine en estado puro.
0 comentarios:
Publicar un comentario